Olvidar

¿Qué? ¿Crees que te tengo olvidado?
¿Crees que no te pienso noche y día, día y noche, durante la tarde y la madrugada y a mitad de una cagada?
Te equivocas si crees eso. Te pienso. Todo el día te pienso.
Me gustaría no pensarte a veces porque sería más fácil hacer las cosas sin extrañarte.
Entonces, en los momentos en los que ya no puedo seguir sin decirte que te pienso,
voy, te busco, te encuentro, abro una ventana para hacerte saber que te pienso
y entonces,
entonces me quedo sin palabras,
te digo nada y cierro la ventana.
Hoy, hoy no sucedió eso.
Hoy vine a escribirte.
Hoy vine a revivirte.
Hoy vine a ti.
Hoy no te olvidé, mañana no sé.

Saberlo todo

Me pasa muy seguido que quiero saber siempre el por qué de las cosas. ¿Por qué me gusta lo que me gusta? ¿Por qué les gusto a quienes les gusto? ¿Por qué soy como soy? ¿Por qué me dejaron de hablar quienes me dejaron de hablar? ¿Por qué me siguen hablando otros? Muchas de esas preguntas suelen estar en mi cabeza al menos una vez al día. Hoy después de una de esas preguntas y de una serie de sueños del que no quiero pensar en el por qué me encuentro pensando en que tal vez no siempre debemos de saber el por qué... pero... ¿por qué?

¡Cuantas cosas!

no sé, siento que han pasado muchas cosas y quiero contarles sobre todo y a la vez lo he hecho y ay bueno.
pequeño desahogo extraño, no me hagan mucho caso.