Wednesday, January 19, 2011

¡Como hacer tus propios calzoncitos!

Hanty Panty / underwear making

En esta página podemos encontrar cómo hacer calzones de pañuelos, muy ingeniosos, chiquitos y bonitos.

Llevo años, AÑOS, queriéndolos hacer pero no me atrevo porque no sé usar la máquina de coser como para ponerme a hacer eso.

Me gusta porque se ve muy sencillo, trae los patrones y parecen como para muñequita. Me quiero sentir como una muñequita con calzoncitos de pañuelitos todos bonitos.

Me gustan también que trae para hacer diferentes estilos, como los low-rise, que son mis favoritos. También te dice que puedes usar cualquier tipo de tela, no necesariamente tienen que ser pañuelos.

How to make your own underwear

Aquí vemos paso a paso como una camiseta común y corriente se convierte en un bonito calzoncito usando uno de tus calzones comprados para sacar el patrón, mucho más práctico que imprimirlo.

También se ve mucho más fácil de hacer que los de pañuelo, pero bah, supongo que podemos fusionar ambas formar y más que perfecto.

De sustos a sustos.

Había estado muy asustada porque pensaba que no iba a poder inscribirme en Alemán y sí alcancé. Sólo otros cinco compañeros más se inscribieron, es mucho mejor de lo que pensé. Después una compañera dijo que contara mi historia de las cartas, pensé que hablaba de mi blog. Eso me asustó mucho.

Sunday, January 16, 2011

Releer.

Acabo de releer una conversación que tuve hace mucho. La carta que escribí fue para poder perdonarme por esa conversación, por todas las que hubieron parecidas a esas. De viajar al pasado no hubiera cambiado nada de esas conversaciones si aún pasaran, pero sí me gustaría darme una paliza por dejar que pasaran tantas cosas. Ahora, ahora las acepto. Sé que no cambiaría nada, aunque me pude haber evitado algunos disgustos, pero bueno. Duele leer eso, duele por saber que duré mucho con una persona que me hacía tanto daño. Ya no duele como antes, ya no duele con arrepentimiento. Duele con nostalgia de saber por lo que llegué a pasar en algún momento, duele por mi yo de diecinueve años, de dieciocho, de diecisiete.

Saturday, January 15, 2011

Una dosis que me hacía mucha falta.

Hace rato, cuando me cambiaba para ir a dormir, me llegaron esas ganas incontrolables por ponerme a escribir. Escribir y contar una historia que puede o no puede ser común para ti. Podré haber estado influenciada por una película que acabo de ver, una historia que debería de ser contada por alguien más.

Al principio la historia comenzó para contar lo horrible que es el hecho de que existan familias que no se hablan. Familias que, por cualquier razón que sea, sea su culpa o no exista ninguna, no se hablan. Padres o madres que no saben nada de sus hijos, que los extrañan pero por algún motivo no se pueden acercar más, que hay algo que evita que lleven esa relación que toda familia utópica debería de tener. Yo, por mi parte, puedo decir que esa relación familiar utópica no existe entre mi padre y yo. Hay casos en los que es muy evidente la falta de comunicación y causas muy extremas. Existen muchas cosas que llegan a separar a las familias: los vicios del alcohol, las drogas, las apuestas o simplemente ideologías diferentes, entre otras cosas. Mi falta de comunicación con mi papá cae dentro de "entre otras cosas", en este caso, es el trabajo de mi papá.

No es como que jamás hablemos o que no lo vea, no...

Cuando yo estaba pequeña, él trabajaba. No tengo muchos recuerdos de él estando conmigo jugando o algo así, aunque hasta eso que tampoco de mi madre. Lo que sí, tengo recuerdos de mi madre en mis festivales o reuniones de la escuela, competencias de natación, recitales de danza, a las cuales mi papá jamás asistía por su trabajo y yo me sentía mal cuando veía a los papases de mis compañeros. Él siempre estaba muy ocupado con su trabajo, no estoy diciendo que lo culpe por eso, pero supongo que me hubiera gustado verlo más. Como ahorita... lo extraño mucho, aunque también sé que no es la relación que yo quisiera tener con mi papá. Sé también que hay quienes quisieran tener al menos la mitad de la relación que yo tengo con mi papá, con mi mamá o con mi hermano. Es sólo que... no sé, son cosas de las que uno realmente no se fija hasta que alguien más las comenta, creo.

Después la historia se tornó hacia el punto en el que llevaba mucho sin escribir. Claro que me la paso escribiendo, a cada rato le escribo mensajes por celular a René y escribo tontería y media en menos de 140 caracteres en Twitter, pero la verdad es que algo como esto no lo había escrito desde hace mucho. Otra cosa es que a este blog lo tenía abandonado y eso es lo de menos, la verdad.

Y finalmente estoy aquí, sentada con las piernas cruzadas, con dos pijamas diferentes, escuchando canciones de Jarabe de Palo, queriendo llorar de nostalgia, felicidad, alegría, paz, llorar de saudade. Hay una carta que tengo que escribir y lo haré en un par de minutos, no más termine de escribir esta entrada a mi o-tan-olvidado blog. En esta cuenta tengo cinco blogs activos y el primero que hice, que por mi bien estará en hiatus por muy buen tiempo y de todos esos éste es el más inactivo. Lo cual es muy triste porque supongo que es el que le tengo más aprecio, por decirlo así.

Ya me siento tranquila y sé que por ahora he terminado de contar esta historia sin importar todas aquellas faltas ortográficas y gramaticales que haya cometido en el camino. No sé que espero de esto, pero si tienes a alguien que quieres mucho, ya sea familia o no, si a esa persona le interesa o no, no sufras por ello, sólo disfruta quererle. Eso aprendí hoy.