Saturday, November 8, 2008

Cuando el miedo me corroe.

Las entrañas y mi ser se vuelven tierra, y el frío viento se los lleva.
No queda más que ser lo que fuí.
Qué a su vez no sé que es.

Cómo soñarte, una y otra vez, y no decirte y no contarlo
con esa tonta esperanza de tenerte entre mis brazos, besándo cada milimetro de tu piel morena.

Dicen por ahí que la imaginación no tiene límites,
yo digo que mi límite es no conocerte, no saber cómo sabes, cómo te sientes.
Cortesía, respeto, miedo y estupidez es lo que evita que te ataque.

Un puchero, una mueca, un llanto, un gemido.
¿Qué bastará para tenerte aquí?
Cómo un tigre, cansado, agotado, relamido.

Me acerco, estoy a punto de besarte,
y es ahí cuando el miedo me corroe.
El perderte, el tomar ese paso siguiente.
El temor a no verte más, de perderte.

No queda más remedio que voltear a las estrellas
y pedir un simple deseo, un deseo de que seas feliz aún cuando solo reciba el roce de tu mejilla
contra la mía.

No comments: