Te veo cada que miro "esa" finestra. Aún te veo con la frente pegada al vidrio observando llover tratando de absorber el olor de la tierra mojada atravez de la ventana.
Te veo cuando llego a la cocina para prender la cafetera, te escucho caminar al oler ese peculiar aroma del café.
Al dormirme te siento, siento tus brazos acurrucandome, suento tu mano trazando círculos en mi brazo, tus dedos moviendo el cabello lejos de mi oreja y escucho decirte "no te duermas, esto apenas comienza".
No puedo olvidar tu recuerdo, no puedo tampoco olvidar tus caricias, tus besos, tu fragancia de aquél amor de verano.
Tampoco soporto el tener que decirte adios, ¿cómo decir adiós cuándo aún puedo oler tu aroma en mi ser?
No es la loción que usabas, tampoco el jabón de la ropa de cama, ni el shampoo que te compraba. No, tu esencia sigue aquí, está pegada a mi.
Ellos quieren que te deje, que te abandone, que me rinda a perderte, que no es normal que te vea cuándo decides aparecerte por aquí. Ellos dicen que no es normal que siempre te veas igual, que mientras yo envejesca tú luscas igual que siempre, le she mencionando a los vampiros, pero dicen que hasta eso fuera más creíble que tu mera existencia. Ellos no me creen. Ellos no te han visto cómo yo.
Yo te amo, aún cuando me hagas daño.
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